Chimo Puig y Mónica Oltra anteponen la Ley del Valenciano a la muerte por Covid

05.02.2021 21:47

Chimo Puig y Mónica Oltra eligen imponer la Ley del Plurilingïsmo en la educación antes que prevenir  muerte por Covid

Ley de Plurilingüismo o Imposición del valenciano o normalización lingüística o como quieran nombrarla, al final todo son formas de llamar a la manera de sustituir una lengua que es el español, por otra que es el catalán. ¿Dónde?, en todas partes donde ese les permita.

Podríamos volver a renombrar mil veces las leyes que desde la Consejería Valenciana de Educación van reescribiendo las gentes del Consejero Vicente Marzá, miembro de Compromís y declarado independentista; pero según anteriores experiencias no nos sirven para nada los detalles.

Vamos a simplificar lo que están haciéndonos desde este Gobierno Valenciano con la imposición de la lengua valenciana en nuestros centros educativos.

Por muchas vueltas que le den al asunto todo se resume en que en zonas hispano hablantes de la Comunidad Valenciana aún conservábamos bastantes derechos que permitían a nuestros hijos realizar sus estudios en centros públicos en su lengua, el español, y continuarlos de igual manera en la Universidad pública de Valencia. Desde este Gobierno de izquierdas valenciano llevan ya unos cuantos años intentando esquilmar estos derechos, y perdiendo por ello pleitos en los juzgados ante asociaciones ciudadanas como es el caso de Defensa del Castellano. Y en vez de aceptarlo siguen buscando triquiñuelas semi legales para lograr sus exigencias lingüísticas.

El  pasado año 2020, el de la Pandemia que ha costado la vida a miles de españoles, Consejería intentó implantar en todos los centros educativos valencianos la Ley nº 4/2018 o de Plurilingüismo, que quiere imponer también el valenciano en zonas hispano hablantes. Frente a ella se convocaron manifestaciones de rechazo por parte de padres, alumnos y resto de ciudadanos, entre ellos los de nuestra comarca. Esta Ley se votó en los institutos de nuestra comarca, y salió rechazada, salvo en el IES Alameda de Utiel cuyo director es Juan García, (quien está a favor del Plurilingüismo, y es concejal de Podemos en el Ayto. de Requena) donde se aceptó el 25% mínimo progresivo de asignaturas en valenciano. Ante este rechazo, en segunda votación, los Consejos Escolares exigieron para votar afirmativamente el que Consejería de Educación aceptase seguir con el porcentaje de valenciano igual que en el sistema actual, es decir la asignatura de valenciano con derecho a exención. Y llegó la Pandemia, y el confinamiento, con lo que todo el proceso quedó pendiente para el siguiente curso, que es éste, del 2020-2021.

Los de Marzá y Puig aprendieron del rechazo público del curso pasado, y este año han vuelto con la aplicación del Plurilingüismo, pero esta vez con mayor secretismo, mandando a sus mensajeros a instruir y “convencer” a los cuerpos directivos de los centros educativos, reuniéndose personalmente con directores y profesores a pesar de impedirnos a los demás las reuniones presenciales, como por ejemplo los Consejos Escolares que se hacen virtualmente.

Los padres y alumnos están indignados, pues el Gobierno Valenciano no está respetando sus propias normas, y en vez de prorrogar este asunto intranscendente para la vida humana hasta que se paralicen los contagios y la muerte de nuestros familiares y amigos, se empeña en saltarse los contactos presenciales, las reuniones y tejemanejes para conseguir implantar rápidamente su lengua por encima de la nuestra. ¿Es que no son conscientes de que un asunto tan importante necesita de reuniones presenciales de Consejos Escolares y que esto está fuera de las normas sanitarias al haber alto riesgo de contagio del Covid 19?

La Generalidad Valenciana, presidida por el Gobierno de izquierda de Puig, antepone su manía de relegar la lengua española imponiendo el valenciano en nuestros centros educativos, por delante de los derechos de los ciudadanos como es en este caso el derecho a la vida que peligra por el extremo contagio actual del virus Covid 19. Puig y Oltra anteponen el valenciano a la muerte.